El mejor método de germinación, en busca del 100%

Hacer germinar semillas con éxito para después cuidar poco a poco su crecimiento es un arte que muy pocos conocen. Muchos botánicos han dedicado buena parte de su estudio a comprender las mejores condiciones para que estas plantas puedan crecer de manera adecuada y sin ningún tipo de complicaciones, conservando la esencia de sus características y lo increíble de sus efectos en el ser humano. Para ello es necesario comprender todos los procedimientos y poseer herramientas imprescindibles para empezar el cultivo correctamente.

Método más efectivo y rápido: El tupper o plato + papel absorbente

La experiencia, y creerme cuando os digo que no es poca, me ha enseñado que la forma más rápida y efectiva de germinar cualquier semilla es usar dos platos y un tupper y papel absorbente. Siguiendo las pautas siguientes es casi imposible que se pudran o se detengan y mueran. Este sistema se puede usar con cualquier tipo de semilla, incluidas las de marihuana. Sabemos que existen decenas de métodos para germinar semillas pero habiendo uno mejor que otros… ¿Por qué no utilizarlo?

Hacer nacer cualquier semilla siguiendo los siguientes pasos tiene múltiples ventajas respecto a otros métodos. La principal es que la semilla siempre está localizada y es sencillo seguir el proceso. En caso de que sean defectuosas las podrás recuperar y preguntar por una devolución del dinero al productor de las semillas, los bancos.

Paso 1: Asegurarse de tener a mano lo necesario

Una vez las semillas se mojan y pasan algo de tiempo, detener el proceso de germinación es imposible sin dañar la semente. Es importante disponer de todos los materiales necesarios antes de comenzar el proceso de germinar en tupper. Las siguientes cosas son necesarias para germinar, todas ellas son baratas y de fácil acceso por todos:

• Un tupper de plástico limpio, con tapa y de baja altura, muy ancho. Se puede sustituir por dos platos planos, uno hará de base, el otro de tapadera.
• Medidor de pH y reguladores capaces de modificar la acidez del agua que vayamos a usar. Las semillas necesitan un pH de entre 6 y 6.5 para nacer de forma veloz.
• Agua limpia y con el pH adecuado. Recomendamos usar agua de grifo y no de botella. El agua corriente suele contener cloro y otros antisépticos que mantendrán los hongos y bacterias en su lugar.
• Papel absorbente o de cocina blanco y sin dibujos o tintas. El papel higiénico, servilletas, periódicos y otros papeles no porosos no sirven. Debemos permitir a la raíz penetrar libremente.
• Buscar un lugar caliente y oscuro en donde dejaremos el tupper y las semillas nacer. Un clima adecuado acelera el proceso y evita la muerte de la semilla.
• Pulverizador de mano para refrescar las servilletas absorbentes y mantener la humedad del interior. No abrir el grifo directamente sobre las semillas para evitar daños y desplazamientos.

Paso 2: Colocar las semillas entre el absorbente

Aunque no lo parezca, uno de los pasos más delicados, si lo hacemos mal perderemos muchas unidades. Las semillas deberán estar situadas entre varias capas de papel absorbente por arriba y por abajo. Y el papel deberá estar expandido horizontalmente sobre el tupper. Recuerda usar papel poroso y blanco, sin ninguna tintura que dañe la delicada raíz. Recomendable usar varias capas para estar seguros de que la humedad se mantiene mucho más tiempo.

Deberemos colocarlas poco a poco, con distancia entre ellas y mucha paciencia. Piensa que al nacer las raíces, si se encuentran entre ellas, tenderán a juntarse y enrollarse entre sí para robarse el alimento o fertilizante. Una vez enrolladas será muy complicadas separarlas sin hacerlas daño o romper partes que le cause la muerte a la planta. Con dejar 1 o 2 cm a la redonda de espacio por cada semilla será suficiente.

Paso 3: Tratar el agua y pulverizar

Rellenamos el pulverizador con agua del grifo, suele venir con cloro y tratada, 100% libre de bacterias y esporas de hongos. Medimos la acidez del agua y la modificamos según necesidades con productos reguladores del pH para el riego. Si vives en regiones donde el agua está muy fría deberemos de intentar templarla. La temperatura ideal para germinar semillas es de 25ºC, más calor o frío retrasará el proceso o incluso matará a las semillas más débiles.

En este paso podemos aplicar hormonas enraizantes y otros germinadores que aceleran el proceso. Este tipo de productos no son estrictamente necesarios si las semillas están vivas y frescas, pero bien usados reducirán tiempos y nos acercaremos al 100%.

Con el agua de riego tratada y lista en nuestro pulverizador será el momento de aplicarla sobre el papel absorbente con las semillas ya en su interior bien posicionadas. Es importante que el papel quede completamente húmedo pero sin charcos o acumulaciones de agua sobrante.

Paso 4: Oscuridad total, humedad y buena temperatura

Ya tenemos las semillas colocadas en el papel mojado y todo dentro del tupper o el plato plano. El siguiente paso consiste en cubrir con la tapa u otro plato para que no entre nada de luz y se mantenga la humedad en el interior. Tendremos que colocar la incubadora en un lugar cálido (entre 18Cº y 25 Cº), completamente oscuro para no dañar las raíces y siempre con humedad.

Si resides en regiones frías debes buscar alguna fuente de calor que mantenga siempre vivas las semillas. Un router de Internet, el motor de la nevera, receptores de TV a satélite, mantas térmicas… En definitiva, cualquier aparato eléctrico que siempre se encuentre en funcionamiento. Suelen ser pequeñas fuentes de calor que mantendrán la temperatura en rangos ideales para la vida. También dependerá la especie vegetal que estamos germinando, como todo en la vida, hay plantas más resistentes que otras por herencia genética, origen o propiedades.

Paso 5: Paciencia, espera y control de la humedad

Ahora toca esperar varios días, siempre controlando los factores anteriores y pulverizando el agua tratada con regularidad para mantener el papel absorbente SIEMPRE húmedo. Es muy importante revisar que nunca se queden sin agua las semillas, si se seca el papel por completo las semillas morirán en pocas horas. Obviamente cada especie vegetal o planta es un mundo, pero lo normal, incluido el Cannabis, es que las semillas germinen en 2 o 3 días.

Al primer día ya se notará como se hinchan y absorben el agua. En el segundo y tercer día, las cáscaras empezarán a abrirse y las raíces se asomarán a su nueva vida. La planta ha nacido y será nuestra responsabilidad cuidarla para que nos dé frutos, flores o cogollos en el futuro. El agua utilizada debe ser especialmente tratada para el crecimiento de las plantas, libre de cualquier agente extraño que pudiese interferir en el adecuado desarrollo de las mismas. Por último, el exceso de riego o el uso de tierra muy seca pueden llevar al deterioro significativo de la estructura.

Paso 6: Plantar las semillas recién germinadas en sustratos

En cuanto las raíces alcanzan 1 cm o 1.5 cm las semillas estarán preparadas para salir de la incubadora (el tupper) y pasar al sustrato. Mucho cuidado al sacarlas del papel absorbente, están en un momento muy delicado y romperlas es sencillo si no vamos con mucho cuidado. Usar unas pinzas e ir una a una es una buena opción para acercarse al 100% de éxito. Seleccionado el sustrato deseado y el contenedor o maceta necesario para el tipo de planta o cultivo es el momento de empezar a plantar.

Un agujero en el medio de la maceta y con unos 3 cm de profundidad será suficiente. Introducimos la raíz hacia abajo y verticalmente, cubrimos con sustrato y pulverizamos para mantener la humedad y que la raíz busque alimento. Una vez plantada deberemos colocar la maceta al Sol o algún lugar con apoyo lumínico que le aporte calor. La cáscara irá hacia arriba buscando la luz y terminará de romperse por si sola con las primeras hojas. La raíz irá para abajo para asentar la nueva planta y buscar alimento en el sustrato.

Además del método influyen otros factores

Siguiendo los pasos anteriores la mayoría de semillas habrán germinado y estarán listas para crecer. Sin embargo la naturaleza es cruel, cualquier error puede echarlo todo a perder, matar las semillas y malgastar mucho dinero y tiempo en el proceso. A continuación enseñaremos algunos trucos y consejos que acelerarán el proceso y aumentarán el porcentaje de éxito de germinación.

Higiene de todo los materiales a usar en el proceso

Es algo obvio que la higiene y limpieza son indispensables en todos los aspectos de la vida, la germinación incluida. Una de las principales causas de muerte prematura en semillas es la temida podrición. Semillas blandas y de color oscuro o negro después de unos días de remojo no es una buena señal. Este error suele venir provocado por aguas en mal estado o manipulaciones incorrectas que han introducido gérmenes, hongos y patógenos en el tupper.

Usar agua clorada del grifo es la mejor solución para evitar la proliferación de estos microorganismos tan molestos. Además recomendamos manipular lo menos posible las semillas, y cuando no quede más remedio, usar guantes y pinzas. Supongo que no hace falta comentarlo, pero el tupper o los platos también deben estar limpios y desinfectados.

Las características de las semillas, su frescura y vitalidad

Las semillas son seres vivos y si se conservan mal se estropean, se secan y se mueren. Conocer la procedencia de las semillas que compras es muy importante sea la especie que sea. Siempre debes buscar semillas frescas, de genéticas resistentes y estabilizadas por marcas profesionales y conocidas. En el caso del Cannabis, recomendamos hacer tu compra en grow shops de confianza que no almacenen mal ni más tiempo de lo debido las semillas.

Es imprescindible comprar semillas de cannabis de buena calidad en función de sus características genéticas, lo cual brindará varios nutrientes y otras atribuciones a las plantas durante su desarrollo. Si el factor monetario es limitante, existe una amplia variedad de opciones más económicos como nuestras baratas semillas de cannabis a granel. Comprando semillas baratas pero de calidad no nos dolerá tanto perder alguna unidad por cometer algún error durante el proceso de germinado.

Factores climáticos y ambientales

Es importante mantener estos objetos a una temperatura constante que esté comprendida entre los 18 y 25 grados centígrados. Además del control estricto de la humedad con humidificadores y pulverizando constantemente. Si los niveles superan o bajan de los ideales las semillas se pueden estancar, secar, podrir e incluso morir por completo.

Los materiales siempre de calidad

Para plantar semillas de cannabis es necesario el uso de macetas especialmente diseñadas para tal fin. Existe una amplia variedad de marcas y diseños que abarcan las reconocidas Air Max y Air Pot y bandejas como Garland, VDL y Roll Tray. Si las semillas se mantienen a una profundidad de unos 5 mm, es posible visualizar la planta en unos tres días de evolución.

Sin embargo, para esto también son necesarios sistemas de cultivo y propagadores especiales. Además, no hay que olvidar la importancia de los sustratos de alta calidad como arcilla expandida, Canna, Plagron y fibra de coco. Para cultivadores más profesionales, se pueden usar hormonas vegetales de crecimiento que potencian la salida de la raíz. Recuerda también disponer de fertilizantes de crecimiento para los primeros días tras la germinación.

Lo más importante es la paciencia

Para los inexpertos, existen una serie de consejos vitales para poder lograr con éxito esta tarea. La falta de paciencia es lo que lleva a muchos a desistir antes de tiempo. No es un proceso rápido y requiere de mucha atención y experiencia por parte de los operadores. No cometas el error de tocas el papel absorbente todos los días y apartarlo para ver si las semillas han germinado ya. La luz y los movimientos bruscos podría matar algunas y perder dinero. Calma y espera un par de días antes de comprobar si han germinado todas. Eso sí, no olvides retirar la tapa de vez en cuando para airear el interior y controlar el nivel de humedad.

Métodos comunes pero menos efectivos para germinar

La vida suele abrirse paso incluso en los ambientes más complicados. Con los siguientes métodos muchas semillas nacerán por inercia pero el porcentaje de germinación será menor que con el mejor método que hemos explicado. De todas formas los nombramos, puesto que pueden tener algunas ventajas pueden servir para ciertos métodos de cultivo agrícola.

Semillas directas en vasos de agua

Aunque es un método con bastante éxito de germinación, en mi experiencia, el anterior del tupper tipo invernadero es mejor. Es una técnica muy sencilla económica y rápida de hacer. Si tienes cientos de semillas podría ser una buena solución. Se perderán unidades, eso está claro, pero no perderás tanto tiempo como con el papel absorbente. ¿Cómo germinar semillas en un vaso de agua con éxito?

1. Necesitaremos agua de grifo con cloro en un vaso o recipiente hondo. Recuerda limpiar todos los instrumentos a usar previamente.
2. Se puede utilizar agua de botella pero recomendamos una gotita de lejía que desinfecte y mantenga limpia la solución. Impedirá el desarrollo de microorganismos.
3. Mide los niveles de acidez y alcalinidad del agua (pH). Regular con productos hasta alcanzar el 6 o 6.5 para que no existan bloqueos. En caso de usar hormonas o productos enraizantes deberás regular el pH después de realizar la mezcla.
4. Introduce las semillas a germinar dentro del vaso y completamente sumergidas. Si el agua se ensucia, huele mal o son semillas que tardan en germinar deberás cambiarla.
5. En un par de días las semillas brotarán y estarán listas para el transplante. Recuerda mantener todo en un lugar oscuro y con la temperatura ideal.

¿Se puede germinar directamente sobre sustratos?

Si por poder se puede, pero… ¿Es recomendable? Muchos cultivadores para ahorrar tiempo ponen las semillas directamente en el sustrato y hecha agua. Es verdad, es un método rapidísimo para plantar, ya que te saltas varios procesos. Podría ser un método recomendable para semillas de muy bajo valor y donde nos podemos permitir perder más de la mitad de las unidades. El problema con este método es que las semillas quedan expuestas al medio ambiente y la naturaleza. Las lluvias, los pájaros, insectos, el viento… Podrían dañarlas, moverlas e incluso inutilizarlas.

Otro factor a tener en cuenta es la húmeda y su dificultad para mantener en muchos sustratos. Si te decides a germinar directamente en sustrato deberá de ser absorbente. Taco de lana o jiffys pueden ser buenos ejemplos aunque poco recomendables debido a su dureza.

Más tutoriales sobre el cultivo de la marihuana