Una oposición se da cuando dos planetas que, con respecto a un observador situado en la Tierra, ocupan casas celestes diametralmente opuestas. Ejemplo de ello es cuando la Luna llena se eleva por el este en el momento en que el Sol se oculta por el oeste; la Luna está entonces en oposición con el Sol.
Las oposiciones planetarias son días venturosos para los jardines, en especial la oposición Luna-Saturno, así como Luna-Júpiter y Luna-Marte y, en menor grado, Luna-Venus o Luna-Mercurio.
Oposición geocéntrica
En una oposición geocéntrica, el observador se encuentra en la Tierra y en el entorno cósmico hay dos planetas que está en un ángulo de 180º entre sí. Se miran, su visión traspasa uno a otro. Sus rayos caen a la Tierra y estimulan el crecimiento de las semillas, que acaban de ser sembradas. Las pruebas realizadas en ensayos realizados bajo oposiciones en Agricultura Biodinámica, han obtenido el mejor rendimiento y la mejor calidad de cultivos.
Oposición heliocéntrica
En las oposiciones heliocéntricas, el observador tiene que imaginarse en el sol. Aquí de nuevo hay dos planetas en un ángulo de 180º que se miran. Sus rayos también serán captados por la Tierra y toda su vegetación, estimulando el crecimiento.
En una oposición siempre hay dos constelaciones del zodiaco con una influencia positiva. Si un planeta está ante una constelación de calor, el otro está ante una constelación de luz o a la inversa. Si un planeta está ante una constelación de agua, el otro está ante una del elemento tierra. En el clima sucede entonces un “subidón” (alta presión= anticiclón) que también influye positivamente en los seres humanos.